Según las cifras oficiales, la tasa de muertes por accidentes de tránsito en Argentina ha experimentado una disminución del 11,3% en 2024 en comparación con el año anterior. Sin embargo, los siniestros viales siguen ocupando el primer lugar, con 3.539 fallecimientos, casi el doble de los homicidios dolosos, que en 2023 sumaron 1.803. Los suicidios también figuran en la estadística, pero con una menor incidencia.

El último informe del Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC), que agrupa estadísticas de los Sistemas de Alerta Temprana sobre Homicidios Dolosos, Delitos contra la Propiedad, Muertes por Accidentes de Tránsito y Suicidios, confirma que los decesos debido a siniestros viales continúan siendo una de las principales causas de muertes violentas en Argentina.
Aunque esta tendencia no es nueva ni optimista, el informe de 2024 revela una disminución del 11,3% en la tasa de mortalidad por cada 100.000 habitantes, lo que representa 416 víctimas menos en comparación con el año anterior.

Este fenómeno no es reciente. Hace más de diez años, en 2014, la entonces ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Elena Highton de Nolasco, señaló en un programa televisivo, en medio de una discusión sobre la inseguridad, que “los accidentes de tránsito causan más muertes y heridos que otros tipos de delitos violentos”.
Desde 2017, el Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC) ha estado recopilando datos sobre este tipo de incidentes, mostrando un promedio anual de alrededor de 4.000 muertes, con el año 2018 registrando la cifra más alta (4.803 fallecidos), mientras que el año 2020, durante la pandemia, marcó la menor cantidad de víctimas (2.983 fallecidos).
A pesar de la disminución
De acuerdo con el informe publicado el 21 de mayo por el Ministerio de Seguridad de la Nación, liderado por Patricia Bullrich, en 2024 se registraron 3.539 muertes por accidentes de tránsito en Argentina, lo que equivale a una tasa de 7,5 fallecimientos cada 100.000 habitantes.

En cuanto a los homicidios dolosos, en 2024 se registraron 1.803 casos (de los cuales el 51,6% fueron cometidos con armas de fuego), lo que equivale a casi la mitad de las muertes ocurridas en accidentes de tránsito en el país, con una tasa de 3,8 por cada 100.000 habitantes.
Al comparar estos datos con el año anterior, ambos indicadores muestran una disminución. En el caso de los siniestros viales, en 2023 se reportaron 3.955 muertes, lo que representa una baja del 11,3% en la tasa anual por cada 100.000 habitantes. Por otro lado, los homicidios dolosos fueron 2.046 en 2023, lo que indica una disminución del 12,7% en la tasa anual.
El suicidio: un desafío distinto
Un aspecto relevante a considerar es el suicidio y su lugar dentro de estas estadísticas. Mientras que en 2023 el suicidio figuraba junto a los homicidios dolosos y culposos, en el análisis de 2024 esta categoría no se encuentra en la misma tabla, lo que refleja su naturaleza diferente y su tratamiento en la recopilación de datos.
Este cambio, que podría estar relacionado con cuestiones metodológicas, complica la comparación interanual y aumenta el riesgo de interpretar los datos de manera errónea.
En 2024, se reportaron 4.249 suicidios consumados en personas mayores de 5 años, lo que representa un incremento de 52 casos en comparación con los 4.197 registrados en 2023. En ambos años, la tasa anual por cada 100.000 habitantes se mantuvo alrededor de 9,8, sin mostrar cambios significativos.
Si se incorporara la categoría de “suicidios” al total de “muertes violentas” en Argentina en 2024, representaría el 41,7% de los casos, es decir, más de 4 de cada 10 muertes violentas en el país serían atribuibles a esta causa.
Al considerar esta variable, las muertes por accidentes de tránsito quedarían en segundo lugar con un 34,7%, seguidas de los homicidios dolosos con un 17,7%, y los homicidios culposos derivados de otros incidentes con un 5,9%.

Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado a finales de marzo y que analiza las cifras globales de 2021, posiciona al suicidio como la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años, después de los accidentes de tránsito y las lesiones no intencionales. Además, señala que el 73% de los casos se registran en países con ingresos bajos y medios.
El informe destaca que el suicidio constituye un grave desafío para la salud pública, que debe ser abordado desde una perspectiva integral. También resalta que es posible prevenir los suicidios a través de intervenciones en los niveles social, grupal e individual.
